Muchos han sido los frios amaneceres del invierno en busca del preciado robalo, sin tener noticias de ellos.Menos mal que vamos con buena compañia y las jornadas se hacen mas entretenidas.Enero y febrero poco se dejaron ver,en marzo la actividad de los robalos se noto y con ello los dias felices en los que marchamos para casa con un buen sabor de boca.s2